FRECUENCIAS: Para controlar, No descontrolar. #85

Narra un viejo refrán referente al uso de teléfonos: “Se inventaron para acortar distancias, no alargar conversaciones”, refiriéndose a la esencia de la necesidad inmediata que solventó el aparato creado por Graham Bell. 

En aviación, los usuarios de las frecuencias, deberíamos utilizarlas estrictamente apegados a la función para la cuál fueron creadas: COMUNICAR las posiciones, intenciones, métodos y procedimientos para llevar a cabo correctamente el sistema completo para que una aeronave pueda cumplir con su misión; desde antes del despegue (solicitando el combustible, por ejemplo), hasta el momento en que la aeronave llegue a salvo al calzo de destino; sin embargo, cotidianamente, las frecuencias son invadidas por obstáculos que no permiten una comunicación eficiente. 

Seguramente usted habrá escuchado, o sabrá por alguna anécdota, de estas interferencias: Cuando un piloto discute con un controlador de tráfico aéreo u otro mismo piloto, cuando las tripulaciones de diferentes aeronaves mantienen una plática de temas totalmente ajenos a la operación aeronáutica, o el penoso accidente de algún Capitán que platica amenamente con su Copiloto mientras deja el botón de comunicación apretado y todo aquél que esté escuchando esa misma frecuencia se entera de lo ocurrido. 

En INTERXTRA hemos recibido cartas y comentarios de Aviadores del Aeropuerto de Toluca que nos mencionan aquejados de la cada vez mayor aparición de estos obstáculos para la comunicación en dicho aeropuerto, así como en muchos otros del País. 

Por tal motivo hacemos un atento llamado a las tripulaciones (incluidos a los pilotos que colaboramos en esta revista), seamos de aviación general o comercial, para utilizar las frecuencias designadas para el uso específico establecido y que, en caso de querer comentar temas ajenos a la operación, utilicemos frecuencias ajenas, libres de tráfico y control para dicho objetivo; todo con el fin de incrementar la seguridad de nuestros vuelos.